La falcata es un tipo de arma blanca, una espada de hierro originaria de Iberia, y relacionada con las poblaciones indígenas ibéricas anteriores a la conquista romana, fue muy usada entre los pueblos iberos o los celtiberos limítrofes con los primeros, siendo la espada de "antenas" más común en el zona más celtica de la Península.
Sus dimensiones son similares al gladius, la espada corta romana, con aproximadamente medio metro de hoja; posiblemente habría influido en los diseños posteriores del gladius, especialmente en el gladius hispaniensis, cuya evolución tendería hasta la característica forma recta de la hoja. De todas formas es posible que esta influencia sobre las armas cortas romanas viniera dada por la espada de antenas, también frecuente en la Iberia prerromana, y de origen celta.
Pese a que su forma sugiere su empleo como arma de filo, la frecuente presencia de contrafilo en los ejemplares recuperados (el filo del borde contrario al filo principal, que ocupa cerca del tercio más próximo a la punta) parece apuntar a que también era posible su uso como arma de estocada.
La calidad del hierro que servía para la construcción de las armas hispánicas fue alabada por los cronistas romanos, que quedaron sorprendidos por su capacidad de corte y su flexibilidad, una de las características más estimadas y buscadas en la manufactura de las mismas. El hierro se sometía a un tratamiento de oxidación (enterrando las planchas bajo el suelo entre dos y tres años) eliminando así las partes más débiles de este. La hoja se realizaba forjando tres láminas y uniéndolas en caliente, de las cuales la central presentaba una prolongación para la empuñadura, desplazada normalmente hacia un lado respecto al eje de simetría de la espada, y con forma de cabeza de caballo o grifo. La empuñadura iba decorada con cachas de hueso o marfil, y solía unir la cabeza del animal a la guarda con una cadenilla.
La hoja presentaba a veces acanaladuras en el filo no cortante, que permitirían aligerar el peso del arma, así como decoración en damasquinado o ataujía, rellenando las incisiones realizadas en la hoja previamente con hilos de plata. Un bello ejemplo de esta técnica puede constatarse en la falcata de Almedinilla (Córdoba).
Como nota curiosa que refleja la efectividad de estas armas queda el hecho de que, tras los primeras batallas en la Península Ibérica, se dio la orden a las tropas romanas de reforzar con hierro los bordes de sus escudos, posiblemente para contrarrestar la potencia de corte de las falcatas, muy superior al de las espadas rectas y los sables.
El machete moderno es muy parecido a la falcata, debido a que la forma se debe a su mayor facilidad de fabricación.
miércoles, 12 de noviembre de 2008
Gladius
Gladius es el término romano utilizado para designar la espada. Hoy en día se aplica a la típica espada de la Antigua Roma utilizada por las legiones. Tenía una longitud aproximada de medio metro (aunque se podían hacer a medida del usuario), y una hoja recta y ancha de doble filo.
Los soldados romanos eran prácticos para matar a sus enemigos: Con hundir la punta de la gladius 5 centímetros en el cuerpo del adversario era suficiente.
De gladius deriva la palabra gladiador.
Las gladius romanas fueron adaptadas de las cortas espadas usadas por los mercenarios celtíberos (gladius hispaniensis) al servicio de Aníbal, durante las guerras púnicas. Éstas eran del tipo de las denominadas falcatas ibericas o de las espadas "de antenas" celtiberas; muy prácticas para los ataques de iniciativa,ya que al ser cortas y ligeras, se podía lanzar un ataque con gran rapidez, en especial estocadas, para lo que tenían una larga punta.Aunque también podían usarse dando tajos, y tenían doble filo. Las espadas originales españolas estaban medidas para cada persona y hechas en hierro de alta calidad, que se trataba de manera especial, dando como resultado armas de gran calidad. El fin del uso de esta eficaz arma tomada como la mejor espada que jamás haya existido desde el punto de vista práctico y estratégico, y la que más muertes provocó en la antigüedad fue marcado por el Medio Imperio. La gladius constituyó una mejora de la falcata por el cambio de metal que la hacía más ligera. La gladius está diseñada para ataques rápidos de estocada. Esto era muy práctico ya que el legionario romano que llevaba la espada se resguardaba tras un scutum, una vez que el enemigo descargaba inútilmente su golpe sobre el escudo o armadura del romano,o se disponía a hacerlo, el romano lanzaba una rápida estocada con el ágil gladius, apuñalando y matando al rival. La gladius fue sustituida por la spatha, copiada de los bárbaros germánicos.
Originalmente, los romanos usaron un tipo de características muy similares al original ibérico, con doble filo y una larga punta, capaz con una estocada vigorosa de penetrar cotas de malla. Pero fue evolucionando a formas más simples, hasta llegar al modelo "pompeya". Este modelo es de hoja totalmente recta, y la punta es más corta. Se especula que esto es así porque, al no usar los enemigos barbaros de Roma,casi nunca armadura, bastaba con una punta más corta y que corría menos riesgo de "atascarse" en las costillas de la víctima al empalarla. Pero el motivo más probable es sencillamente que resultaban más simples y por tanto más rápidas y baratas de fabricar.
Los soldados romanos eran prácticos para matar a sus enemigos: Con hundir la punta de la gladius 5 centímetros en el cuerpo del adversario era suficiente.
De gladius deriva la palabra gladiador.
Las gladius romanas fueron adaptadas de las cortas espadas usadas por los mercenarios celtíberos (gladius hispaniensis) al servicio de Aníbal, durante las guerras púnicas. Éstas eran del tipo de las denominadas falcatas ibericas o de las espadas "de antenas" celtiberas; muy prácticas para los ataques de iniciativa,ya que al ser cortas y ligeras, se podía lanzar un ataque con gran rapidez, en especial estocadas, para lo que tenían una larga punta.Aunque también podían usarse dando tajos, y tenían doble filo. Las espadas originales españolas estaban medidas para cada persona y hechas en hierro de alta calidad, que se trataba de manera especial, dando como resultado armas de gran calidad. El fin del uso de esta eficaz arma tomada como la mejor espada que jamás haya existido desde el punto de vista práctico y estratégico, y la que más muertes provocó en la antigüedad fue marcado por el Medio Imperio. La gladius constituyó una mejora de la falcata por el cambio de metal que la hacía más ligera. La gladius está diseñada para ataques rápidos de estocada. Esto era muy práctico ya que el legionario romano que llevaba la espada se resguardaba tras un scutum, una vez que el enemigo descargaba inútilmente su golpe sobre el escudo o armadura del romano,o se disponía a hacerlo, el romano lanzaba una rápida estocada con el ágil gladius, apuñalando y matando al rival. La gladius fue sustituida por la spatha, copiada de los bárbaros germánicos.
Originalmente, los romanos usaron un tipo de características muy similares al original ibérico, con doble filo y una larga punta, capaz con una estocada vigorosa de penetrar cotas de malla. Pero fue evolucionando a formas más simples, hasta llegar al modelo "pompeya". Este modelo es de hoja totalmente recta, y la punta es más corta. Se especula que esto es así porque, al no usar los enemigos barbaros de Roma,casi nunca armadura, bastaba con una punta más corta y que corría menos riesgo de "atascarse" en las costillas de la víctima al empalarla. Pero el motivo más probable es sencillamente que resultaban más simples y por tanto más rápidas y baratas de fabricar.
martes, 11 de noviembre de 2008
Legionario Romano
Reclutamiento
El legionario
Durante la época imperial los requisitos para convertirse en legionario eran: ser delgado pero musculoso, y tener buena vista y oído. También era preciso saber leer y escribir y, sobre todo, ser ciudadano romano. Esto no quería decir que fuera ciudadano de Roma, sino que tuviese la ciudadanía romana.
La ciudadanía se conseguía después de servir en el ejército durante 25 años en puestos auxiliares, lo que le otorgaba derechos y privilegios especiales a él y toda su familia.
Los aspirantes a soldados tras acudir a la oficina de reclutamiento que se encontraba en la capital de provincia, eran sometidos a una entrevista y un reconocimiento médico. Una vez admitidos, prestaban juramento de obedecer a sus superiores y no desertar. Sus documentos junto con un certificado del gobernador y las dietas de viaje (tres monedas de oro por cabeza), se entregaban a un oficial que les acompañaba en el largo viaje hasta el destacamento asignado.
Instrucción y entrenamiento
Durante cuatro meses los nuevos reclutas eran sometidos a un entrenamiento implacable. Al concluir este periodo los supervivientes ya podían llamarse soldados (milites). Los que no podían resistir el entrenamiento eran rechazados.
Primero se les enseñaba a desfilar marcando el paso. Luego se les llevaba de marcha, forzándolos al máximo hasta que fueran capaces de recorrer 20 millas romanas (30 km) en cinco horas. Después tendrían que recorrer la misma distancia cargados con todo su equipo, que incluía armas y armaduras, utensilios de cocina, estacas para la empalizada, instrumentos para cavar y provisiones para varios días, pues al final de cada marcha tenían que levantar un campamento con terraplenes y fosos de defensa.
El entrenamiento continuaba hasta que eran capaces de recorrer 24 millas (36 km) en cinco horas.
En un principio los legionarios utilizaron bestias de carga y carros para transportar el equipo. Pero el célebre general Mario impulsor de grandes reformas en el ejército, les obligó a transportar personalmente casi toda la impedimenta necesaria para reducir el tamaño de las caravanas de intendencia. El equipo completo debía pesar por lo menos 30 kilos, y las armas y armaduras más de 20.Los legionarios realizaban marchas tres veces al mes durante 25 años. Este entrenamiento y capacidad de desplazamiento fue una de las causas por la que el ejército romano era tan superior a otros ejércitos. Esto era solo parte de la instrucción, puesto que el programa de entrenamiento también incluía carreras, saltos, equitación y natación. Cuando se consideraba que se encontraba en buena forma física comenzaba la instrucción en el manejo de las armas.
Los reclutas aprendían a atacar a una gruesa estaca clavada en el suelo con una pesada espada de madera, y un escudo de mimbre que pesaba el doble que un escudo normal. Se les insistía que golpearan de frente, sin describir arcos con la espada, que puede evitarse con más facilidad. También se les entrenaba en el lanzamiento de pesadas jabalinas de madera contra las estacas.
Una vez superado este paso, se les consideraban dignos de empuñar armas auténticas forradas de cuero para evitar accidentes, que les deberían de parecer ligerísimos en comparación con las pesadas armas de madera.
Rutina diaria
Terminada los cuatro meses de instrucción y ya convertidos en soldados (milites), seguían realizando marchas, ejercicios y entrenamientos aunque ya disponían de algún tiempo libre, pero se les mantenían ocupados durante las horas de trabajo. Al amanecer se presentaban al centurión para que les asignaran las tareas de la jornada, principalmente guardias o trabajos de limpieza. A veces patrullas o funciones de policía, pero también la construcción de calzadas y obras civiles, en donde debían de picar piedra en las canteras, cavar cimientos, alisar caminos, y pavimentar. Todo nuevo legionario procuraba conseguir un destino que le evitara trabajos desagradables. Estos trabajos, destinados para los que conocían un oficio (herreros, carniceros, enfermeros, domadores de caballos, ...), eximían de realizar otras tareas.
Percenio, líder de un motín contra Tiberio en el año 14 d.C. se expresaba de la siguiente manera: "el servicio militar es duro y poco provechoso. Tu cuerpo y alma se valoran en unas cuantas monedas por día; con esta limosna tienes, además, que pagar la ropa, las armas y las tiendas de campaña, así como los sobornos para los centuriones que son demasiados crueles, y poder librarte así de los encargos pesados".
Además, los soldados tenían prohibido casarse, por ello eran muy usuales los matrimonios informales e incluso que tuvieran hijos, estos no serían legítimos, pero esto se arreglaba cuando se retiraran. De hecho, tan pronto cualquier hombre que se integrara en el ejército, su matrimonio quedaba legalmente anulado. El emperador Séptimo Severo (193-211 d.C.) dio permiso a los soldados para que vivieran con sus esposas, en vez de obligarles volver cada noche al campamento.
Pero también existían algunas ventajas: una paga regular considerablemente superior a la de un labrador, y el mejor servicio médico del Imperio. También se podían aprender otros oficios, y después de la derrota del enemigo muchas veces se presentaban oportunidades de saqueo.
Además de la paga también se recibían otras recompensas. Augusto entregó 75 sestercios a cada uno de los legionarios, mientras que Claudio estableció una costumbre de pagar un donativo en metálico al inicio del mandato de un nuevo emperador.
Augusto también se preocupó de que se gozara de una buena jubilación después del cumplimiento del servicio; los licenciados recibían una parcela de tierra o una buena cantidad de dinero, equivalente a la paga de doce años.
EQUIPAJE Y ARMAS: -Gladius-Scutum-Pilum-Caligae-Lorica Segmentata-Tunica de lana-Cingulum-Galea.
El legionario
La ciudadanía se conseguía después de servir en el ejército durante 25 años en puestos auxiliares, lo que le otorgaba derechos y privilegios especiales a él y toda su familia.
Los aspirantes a soldados tras acudir a la oficina de reclutamiento que se encontraba en la capital de provincia, eran sometidos a una entrevista y un reconocimiento médico. Una vez admitidos, prestaban juramento de obedecer a sus superiores y no desertar. Sus documentos junto con un certificado del gobernador y las dietas de viaje (tres monedas de oro por cabeza), se entregaban a un oficial que les acompañaba en el largo viaje hasta el destacamento asignado.
Instrucción y entrenamiento
Durante cuatro meses los nuevos reclutas eran sometidos a un entrenamiento implacable. Al concluir este periodo los supervivientes ya podían llamarse soldados (milites). Los que no podían resistir el entrenamiento eran rechazados.
Primero se les enseñaba a desfilar marcando el paso. Luego se les llevaba de marcha, forzándolos al máximo hasta que fueran capaces de recorrer 20 millas romanas (30 km) en cinco horas. Después tendrían que recorrer la misma distancia cargados con todo su equipo, que incluía armas y armaduras, utensilios de cocina, estacas para la empalizada, instrumentos para cavar y provisiones para varios días, pues al final de cada marcha tenían que levantar un campamento con terraplenes y fosos de defensa.
El entrenamiento continuaba hasta que eran capaces de recorrer 24 millas (36 km) en cinco horas.
En un principio los legionarios utilizaron bestias de carga y carros para transportar el equipo. Pero el célebre general Mario impulsor de grandes reformas en el ejército, les obligó a transportar personalmente casi toda la impedimenta necesaria para reducir el tamaño de las caravanas de intendencia. El equipo completo debía pesar por lo menos 30 kilos, y las armas y armaduras más de 20.Los legionarios realizaban marchas tres veces al mes durante 25 años. Este entrenamiento y capacidad de desplazamiento fue una de las causas por la que el ejército romano era tan superior a otros ejércitos. Esto era solo parte de la instrucción, puesto que el programa de entrenamiento también incluía carreras, saltos, equitación y natación. Cuando se consideraba que se encontraba en buena forma física comenzaba la instrucción en el manejo de las armas.
Los reclutas aprendían a atacar a una gruesa estaca clavada en el suelo con una pesada espada de madera, y un escudo de mimbre que pesaba el doble que un escudo normal. Se les insistía que golpearan de frente, sin describir arcos con la espada, que puede evitarse con más facilidad. También se les entrenaba en el lanzamiento de pesadas jabalinas de madera contra las estacas.
Una vez superado este paso, se les consideraban dignos de empuñar armas auténticas forradas de cuero para evitar accidentes, que les deberían de parecer ligerísimos en comparación con las pesadas armas de madera.
Rutina diaria
Terminada los cuatro meses de instrucción y ya convertidos en soldados (milites), seguían realizando marchas, ejercicios y entrenamientos aunque ya disponían de algún tiempo libre, pero se les mantenían ocupados durante las horas de trabajo. Al amanecer se presentaban al centurión para que les asignaran las tareas de la jornada, principalmente guardias o trabajos de limpieza. A veces patrullas o funciones de policía, pero también la construcción de calzadas y obras civiles, en donde debían de picar piedra en las canteras, cavar cimientos, alisar caminos, y pavimentar. Todo nuevo legionario procuraba conseguir un destino que le evitara trabajos desagradables. Estos trabajos, destinados para los que conocían un oficio (herreros, carniceros, enfermeros, domadores de caballos, ...), eximían de realizar otras tareas.
Percenio, líder de un motín contra Tiberio en el año 14 d.C. se expresaba de la siguiente manera: "el servicio militar es duro y poco provechoso. Tu cuerpo y alma se valoran en unas cuantas monedas por día; con esta limosna tienes, además, que pagar la ropa, las armas y las tiendas de campaña, así como los sobornos para los centuriones que son demasiados crueles, y poder librarte así de los encargos pesados".
Además, los soldados tenían prohibido casarse, por ello eran muy usuales los matrimonios informales e incluso que tuvieran hijos, estos no serían legítimos, pero esto se arreglaba cuando se retiraran. De hecho, tan pronto cualquier hombre que se integrara en el ejército, su matrimonio quedaba legalmente anulado. El emperador Séptimo Severo (193-211 d.C.) dio permiso a los soldados para que vivieran con sus esposas, en vez de obligarles volver cada noche al campamento.
Pero también existían algunas ventajas: una paga regular considerablemente superior a la de un labrador, y el mejor servicio médico del Imperio. También se podían aprender otros oficios, y después de la derrota del enemigo muchas veces se presentaban oportunidades de saqueo.
Además de la paga también se recibían otras recompensas. Augusto entregó 75 sestercios a cada uno de los legionarios, mientras que Claudio estableció una costumbre de pagar un donativo en metálico al inicio del mandato de un nuevo emperador.
Augusto también se preocupó de que se gozara de una buena jubilación después del cumplimiento del servicio; los licenciados recibían una parcela de tierra o una buena cantidad de dinero, equivalente a la paga de doce años.
EQUIPAJE Y ARMAS: -Gladius-Scutum-Pilum-Caligae-Lorica Segmentata-Tunica de lana-Cingulum-Galea.
Hoplita Griego
El hoplita formaba parte de la infantería pesada, el foco central de la guerra en la Antigua Grecia. La palabra hoplita (del griego ὁπλίτης, hoplitēs) deriva de hoplon (ὅπλον, plural hopla, ὅπλα), lo que quiere decir «artículo de armamento» o «equipamiento». Era un soldado de infantería pesada, en contraposición al gimneta (griego antiguo γυμνής, gumnếs) y al psilós (griego antiguo ψιλός}}), soldados de infantería ligera.
Estos soldados aparecieron probablemente a finales del siglo VII a. C. Formaban parte de una milicia ciudadana, armada como lanceros y con una formación de falange. Éstos eran relativamente fáciles de armar y mantener, y además podían pagar el coste del armamento. Casi todos los griegos conocidos de la Antigüedad lucharon como hoplitas, incluso filósofos y dramaturgos.
Desde la formación de los hoplitas como milicia, no recibieron permanentes ataques y las campañas eran cortas. La excepción de esto eran los guerreros espartanos, que eran soldados especializados, y que tenían en sus estados tierras asignadas a las clases bajas que eran quienes se encargaban de ellas. Los ejércitos marchaban directamente hacia su objetivo. Allí, los defensores podían esconderse tras las murallas de la ciudad, en ese caso los atacantes debían contentarse con hacer estragos en el campo; aunque los primeros también podían decidir encontrase con ellos en el campo de batalla. Las batallas entonces tendían a ser decisivas. Eran cortas, sangrientas y brutales, por lo que se necesitaba un alto grado de disciplina.
Ambas fuerzas se alineaban en una llanura, con una formación rectangular aproximada, alrededor de ocho filas, aunque esto variaba. Otras fuerzas eran menos importantes; como los hippeis (caballería), que se situaban en los flancos, y tanto la infantería ligera como las tropas que lanzaban proyectiles eran insignificantes. Los hoplitas más conocidos eran los hoplitas espartanos, que eran entrenados desde su niñez en el combate y en la guerra, para convertirlos en una fuerza de ataque superior y excepcionalmente disciplinada.
Estos soldados aparecieron probablemente a finales del siglo VII a. C. Formaban parte de una milicia ciudadana, armada como lanceros y con una formación de falange. Éstos eran relativamente fáciles de armar y mantener, y además podían pagar el coste del armamento. Casi todos los griegos conocidos de la Antigüedad lucharon como hoplitas, incluso filósofos y dramaturgos.
Desde la formación de los hoplitas como milicia, no recibieron permanentes ataques y las campañas eran cortas. La excepción de esto eran los guerreros espartanos, que eran soldados especializados, y que tenían en sus estados tierras asignadas a las clases bajas que eran quienes se encargaban de ellas. Los ejércitos marchaban directamente hacia su objetivo. Allí, los defensores podían esconderse tras las murallas de la ciudad, en ese caso los atacantes debían contentarse con hacer estragos en el campo; aunque los primeros también podían decidir encontrase con ellos en el campo de batalla. Las batallas entonces tendían a ser decisivas. Eran cortas, sangrientas y brutales, por lo que se necesitaba un alto grado de disciplina.
Ambas fuerzas se alineaban en una llanura, con una formación rectangular aproximada, alrededor de ocho filas, aunque esto variaba. Otras fuerzas eran menos importantes; como los hippeis (caballería), que se situaban en los flancos, y tanto la infantería ligera como las tropas que lanzaban proyectiles eran insignificantes. Los hoplitas más conocidos eran los hoplitas espartanos, que eran entrenados desde su niñez en el combate y en la guerra, para convertirlos en una fuerza de ataque superior y excepcionalmente disciplinada.
Hacha Francisca
La Francisca es un hacha de guerra blandida a una mano, útil tanto para el combate cuerpo a cuerpo y como arrojadiza. Popularizada por los francos (se piensa que de ahí proviene su nombre), fue antes de ello un arma tradicional de los germanos occigentales.
La francisca o francesca fue un hacha de origen germano occidental que se empleó asiduamente en los siglos V a VIII por los francos, desde los Merovingios, a los Carolingios.
La evidencia arqueológica muestra que los francos hicieron uso común de la francisca, y su opción de usarla dio nombre a su gente: los francos, y el nombre de la nación que fundaron, Francia. Sus tropas arrojaban la francisca desde una distancia de diez a once metros. El borde del hacha era pesado, así que tenía un impacto mayor en el blanco, pero debido a que el hacha no estaba equilibrada, la francisca no volaba muy derecha, reduciendo el rango de exactitud en el blanco.
La francisca tenía una forma característica de "S". Desde el tope de la cabeza, el borde más bajo se curvaba hacia dentro. El centro de la cabeza del hacha formaba un ángulo de 90 a 115 grados hasta el mango. La francisca se deslizaba hasta el blanco desde el principio de la hoja hasta la hoja completa y también se enterraba en el blanco de forma que el mango quedaba hacia arriba. La mayoría de las franciscas tenían una caída redonda en forma de ojo en un mango de madera, similar a las de las hachas vikingas. La mayoría de las franciscas tenían entre once y veintitrés centímetros de largo, y pesaban entre 200 y 1.300 gramos.
Hoy en día la francisca permanece en uso popular en competiciones de tirar hachas, y como arma para las representaciones históricas. El arma frecuentemente se balancea impredeciblemente después de golpear el suelo, haciéndola muy difícil de bloquear. En el combate, esto serviría para confundir, intimidar y desorganizar una línea enemiga en el momento crucial antes de que los francos dieran su gran golpe. En algunas ocasiones, la francisca fue superior a las más precisas jabalinas y era bastante más letal en combate cuerpo a cuerpo.
La francisca o francesca fue un hacha de origen germano occidental que se empleó asiduamente en los siglos V a VIII por los francos, desde los Merovingios, a los Carolingios.
La evidencia arqueológica muestra que los francos hicieron uso común de la francisca, y su opción de usarla dio nombre a su gente: los francos, y el nombre de la nación que fundaron, Francia. Sus tropas arrojaban la francisca desde una distancia de diez a once metros. El borde del hacha era pesado, así que tenía un impacto mayor en el blanco, pero debido a que el hacha no estaba equilibrada, la francisca no volaba muy derecha, reduciendo el rango de exactitud en el blanco.
La francisca tenía una forma característica de "S". Desde el tope de la cabeza, el borde más bajo se curvaba hacia dentro. El centro de la cabeza del hacha formaba un ángulo de 90 a 115 grados hasta el mango. La francisca se deslizaba hasta el blanco desde el principio de la hoja hasta la hoja completa y también se enterraba en el blanco de forma que el mango quedaba hacia arriba. La mayoría de las franciscas tenían una caída redonda en forma de ojo en un mango de madera, similar a las de las hachas vikingas. La mayoría de las franciscas tenían entre once y veintitrés centímetros de largo, y pesaban entre 200 y 1.300 gramos.
Hoy en día la francisca permanece en uso popular en competiciones de tirar hachas, y como arma para las representaciones históricas. El arma frecuentemente se balancea impredeciblemente después de golpear el suelo, haciéndola muy difícil de bloquear. En el combate, esto serviría para confundir, intimidar y desorganizar una línea enemiga en el momento crucial antes de que los francos dieran su gran golpe. En algunas ocasiones, la francisca fue superior a las más precisas jabalinas y era bastante más letal en combate cuerpo a cuerpo.
Atila
Atila(apodado:"el azote de dios")
Atila (n. 406 - m. 453) fue el último y más poderoso líder de los hunos, tribu procedente probablemente de Asia, aunque sus origenes exactos son desconocidos. Atila gobernó el mayor imperio europeo de su tiempo, desde el 434 hasta su muerte en 453. Conocido en occidente como "El azote de Dios". Sus posesiones se extendían desde Europa Central hasta el Mar Negro, y desde el Danubio hasta el Báltico. Durante su reinado fue uno de los más acérrimos enemigos del Imperio Romano, que en esta etapa final del mismo, estaba dividido en dos: El Imperio Oriental con capital en Constantinopla, hoy Estambul y el Imperio Occidental, con capital en Roma y mas tarde en Rávena. Invadió dos veces los Balcanes, estuvo a punto de tomar la ciudad de Roma y llegó a sitiar Constantinopla. Marchó a través de Francia hasta llegar incluso a Orleans, hasta que el general Romano Aecio, le obligó a retroceder en la batalla de los Campos Cataláunicos en el 451 (Châlons-sur-Marne). Logró hacer huir al emperador de Occidente Valentiniano III de su capital, Rávena, en el 452.
El imperio de los hunos murió con Atila. Los hunos fueron un pueblo nómada que desconocía la escritura, la agricultura y la industria, por lo que desaparecieron sin dejar ninguna herencia destacada, lo poco que se sabe de ellos se lo debemos en parte a sus mayores enemigos, los Romanos. A pesar de todo ello, se convirtió en una figura legendaria de la historia de Europa y en gran parte de la Europa Occidental se le recuerda como el paradigma de la crueldad, la destrucción y la rapiña. Algunos historiadores, en cambio, lo han retratado como un rey grande y noble, y tres sagas escandinavas lo incluyen entre sus personajes principales.
Atila (n. 406 - m. 453) fue el último y más poderoso líder de los hunos, tribu procedente probablemente de Asia, aunque sus origenes exactos son desconocidos. Atila gobernó el mayor imperio europeo de su tiempo, desde el 434 hasta su muerte en 453. Conocido en occidente como "El azote de Dios". Sus posesiones se extendían desde Europa Central hasta el Mar Negro, y desde el Danubio hasta el Báltico. Durante su reinado fue uno de los más acérrimos enemigos del Imperio Romano, que en esta etapa final del mismo, estaba dividido en dos: El Imperio Oriental con capital en Constantinopla, hoy Estambul y el Imperio Occidental, con capital en Roma y mas tarde en Rávena. Invadió dos veces los Balcanes, estuvo a punto de tomar la ciudad de Roma y llegó a sitiar Constantinopla. Marchó a través de Francia hasta llegar incluso a Orleans, hasta que el general Romano Aecio, le obligó a retroceder en la batalla de los Campos Cataláunicos en el 451 (Châlons-sur-Marne). Logró hacer huir al emperador de Occidente Valentiniano III de su capital, Rávena, en el 452.
El imperio de los hunos murió con Atila. Los hunos fueron un pueblo nómada que desconocía la escritura, la agricultura y la industria, por lo que desaparecieron sin dejar ninguna herencia destacada, lo poco que se sabe de ellos se lo debemos en parte a sus mayores enemigos, los Romanos. A pesar de todo ello, se convirtió en una figura legendaria de la historia de Europa y en gran parte de la Europa Occidental se le recuerda como el paradigma de la crueldad, la destrucción y la rapiña. Algunos historiadores, en cambio, lo han retratado como un rey grande y noble, y tres sagas escandinavas lo incluyen entre sus personajes principales.
Gengis Kan
El nombre original de Gengis Kan era Temüjin ("El acero más fino",tamur-ji. la version china es T'ie mou jen, que significa, hombre supremo en la tierra) y nació en un ambiente aristocrático, en una sociedad profundamente “feudal”. Pertenecía al poderoso clan Borjigin y era hijo de Yesugei-Baghatur y por lo tanto nieto de un tal Qabul Kan que había hostilizado las fronteras de la China yurchen y poseído el título de jagan.
Como descendientes de Qabul Kan, el clan de Temuyin tenía un alto rango, aunque no parece haber ejercido un poder muy amplio debido a que los mongoles no eran uno de los pueblos más poderosos en la estepa. Sin embargo, la favorable situación de Temuyin y de su clan se ve truncada por la muerte de Yesugei, envenenado por los tártaros, y el consecuente abandono de los clanes que apoyaban a Yesugei, debido a que por aquel entonces el heredero no tendría más de diez años.A partir de este momento la familia de Temuyin (él, su madre y sus seis hermanos) se vieron abocados a vivir en la indigencia, alimentándose de la recolección agrícola y de la pesca, agravado esto por la persecución a la que se vieron sometidos por los clanes rivales, especialmente el de los 'taichi´ut que aspiraba al posible janato dejado vacante por la muerte de Yesugei.
En este período, mediante la participación en razzias y pequeñas incursiones, así como en otras actividades, comenzó a adquirir fidelidades de otros individuos jóvenes, muchas veces en su misma situación, que se unieron a él. Cabe destacar un personaje de bastante importancia que fue Jamuka, un joven de sangre noble que realizó juramento de anda o “hermano jurado” con Temuyin. Es indudable que la posición de Jamuka ayudó en cierta medida a su anda a subir posiciones en la carrera hacia el poder.Así se comenzó a formar el núcleo de lo que en futuro sería su guardia imperial. Pero más importante que el apoyo de Jamuka fue el de un antiguo aliado de su padre que había sido anda de éste: Toghril, Jan de los keraitas, que le aceptó como un jefe de segunda fila. Su posición ahora favorable, unida al propio magnetismo personal de Temuyin, le proporcionó la adhesión voluntaria de aún más hombres a sus filas.
En este momento se produce un incidente que va a afianzar aún más el poder de Temuyin: su mujer Borte (también Börte o Bortei) es raptada por un clan merkita pero ya entonces Temuyin está en condiciones de pedir apoyo militar y también Jamuka aparece con su clan, de forma que el clan merkita es derrotado y la posición del futuro Gengis Kan afianzada.
Disputas y rivalidades por el poder llevaron a la separación de Jamuka y su anda de tal forma que el primero intentó retirar el apoyo a Temuyin, pero por motivos de linaje, de carisma personal o de mejor posición, muchos clanes bajo el mando de Jamuka se separaron de él para ponerse voluntariamente bajo el mando de Temuyin.
Como descendientes de Qabul Kan, el clan de Temuyin tenía un alto rango, aunque no parece haber ejercido un poder muy amplio debido a que los mongoles no eran uno de los pueblos más poderosos en la estepa. Sin embargo, la favorable situación de Temuyin y de su clan se ve truncada por la muerte de Yesugei, envenenado por los tártaros, y el consecuente abandono de los clanes que apoyaban a Yesugei, debido a que por aquel entonces el heredero no tendría más de diez años.A partir de este momento la familia de Temuyin (él, su madre y sus seis hermanos) se vieron abocados a vivir en la indigencia, alimentándose de la recolección agrícola y de la pesca, agravado esto por la persecución a la que se vieron sometidos por los clanes rivales, especialmente el de los 'taichi´ut que aspiraba al posible janato dejado vacante por la muerte de Yesugei.
En este período, mediante la participación en razzias y pequeñas incursiones, así como en otras actividades, comenzó a adquirir fidelidades de otros individuos jóvenes, muchas veces en su misma situación, que se unieron a él. Cabe destacar un personaje de bastante importancia que fue Jamuka, un joven de sangre noble que realizó juramento de anda o “hermano jurado” con Temuyin. Es indudable que la posición de Jamuka ayudó en cierta medida a su anda a subir posiciones en la carrera hacia el poder.Así se comenzó a formar el núcleo de lo que en futuro sería su guardia imperial. Pero más importante que el apoyo de Jamuka fue el de un antiguo aliado de su padre que había sido anda de éste: Toghril, Jan de los keraitas, que le aceptó como un jefe de segunda fila. Su posición ahora favorable, unida al propio magnetismo personal de Temuyin, le proporcionó la adhesión voluntaria de aún más hombres a sus filas.
En este momento se produce un incidente que va a afianzar aún más el poder de Temuyin: su mujer Borte (también Börte o Bortei) es raptada por un clan merkita pero ya entonces Temuyin está en condiciones de pedir apoyo militar y también Jamuka aparece con su clan, de forma que el clan merkita es derrotado y la posición del futuro Gengis Kan afianzada.
Disputas y rivalidades por el poder llevaron a la separación de Jamuka y su anda de tal forma que el primero intentó retirar el apoyo a Temuyin, pero por motivos de linaje, de carisma personal o de mejor posición, muchos clanes bajo el mando de Jamuka se separaron de él para ponerse voluntariamente bajo el mando de Temuyin.
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